Este duplex de 142 m² presentaba una imagen nada atractiva para sacarla al mercado, una imagen que no transmitía ninguna emoción ni dejaba ver las dimensiones de la propiedad. La sobrecarga de mobiliario, enseres personales y el color de sus paredes apagaban su gran potencial.
Para conseguir una nueva imagen, se prepara el inmueble con una limpieza general, se pintan sus paredes con tonos neutros y alguna zona de color que recuerde esta bonita zona del mediterráneo, se prescinde algunos muebles que sobrecargan las estancias y se redistribuyen otros respetando las circulaciones. Se utilizan en gran medida los muebles ya existentes y se incorpora alguna pieza auxiliar y los textiles y atrezo necesario para la puesta en escena.
Por último, se realiza un reportaje fotográfico que permite dar a conocer la amplitud, luminosidad y belleza de este fantástico inmueble preparado ya para rescatar entre sus competidores.